En Fantini se inventa y se produce teniendo presente un objetivo claro y ambicioso al cual no se renuncia nunca: invención, diseño y técnica deben caminar juntos, elementos inseparables de la creación que apunta a la búsqueda de la perfección, con la decidida convicción de que también la innovación del detalle más mínimo de este microcosmos productivo puede contribuir a mejorar la calidad de la vida.
El diseño forma parte del ADN de la empresa y del patrimonio de su larga experiencia productiva; pero el resultado del trabajo es siempre un gol de equipo, de una manera de actuar protagonizada por numerosos actores, donde cada uno desempeña su propio papel, pero sin escalas jerárquicas. Y que coloca al individuo, sus cualidades y sus capacidades en el centro del proceso. Del diseñador al técnico, del directivo al obrero, todos y cada uno de ellos contribuyen con su propio rol al éxito final del producto.
Y así, desde este pequeño lugar – a veces difícil de encontrar incluso en los mapas –, gracias a la capacidad de su modo de actuar y de dar a conocer la calidad del producto italiano, Fantini ha difundido sus productos en todo el mundo, en un circuito internacional que hoy enlaza virtualmente Shangai, Sidney, Nueva York, Buenos Aires, Mumbai o Ciudad del Cabo con el Lago de Orta y con Italia.